lunes, 26 de mayo de 2014

Otra noche cualquiera.

Eran aproximadamente las doce y media de la noche, hacía ya media hora que me dije a mí misma de dormir, pero parece que no dio resultado, como de cosumbre, mi poder de convicción brillaba por su ausencia. Mi necesidad de decir algo iba en auge, no sé qué era exactamente lo que quería contar, hace mucho tiempo escribía sin parar. Noche y día, no salía por quedarme escribiendo y ahora estoy tan fría en esto, supongo que es cuestión de ir calentando. Esto será algo así como un diario (no tan diario), en el que supongo que contaré esas cositas que sé que a la gente no le interesa, y oye, por desahogarme, antes me gustaba y me encantaría recuperar esta costumbre de escribir de vez en cuando, cuando sientes que tu cabeza va a estallar de tantas ideas.

Saludos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario